
Una niñera que mató a una niña de tres años fue detenida por las autoridades de Ohio y podría pasar toda su vida en prisión.
Lindsay Partin, de 37 años, estaba cuidando a Hannah, de tres años, en su casa ubicada en Hanover, Ohio, el pasado 18 de marzo
Ambas eran vecinas y ella se quedaba a cargo de la menor porque el padre, soltero y a cargo de otros dos hijos, tenía que trabajar 12 horas para llevar el sustento
Se enojó porque tiró una botella de catsup al inodoro
La ahora detenida confesó ante el juzgado que ese día, en un ataque de furia, abofeteó, sacudió y golpeó fuertemente a Hannah hasta causarle la muerte dentro de su vivienda.
«Me enojé y la abofeteé en el costado de la cabeza. Luego la sacudí y la apreté con todas mis fuerzas», se escuchó decir a Partin en el video de la confesión
Los abogados de la niñera la defendieron argumentado que alguien la “había obligado a que hiciera esa confesión”.
Sin embargo, la autopsia de la niña reveló que presentaba hematomas graves en diversas partes de la cabeza y que había muerto por daño cebral causado por un golpe.
La detenida dijo primeramente que lo moretones y golpes había sido a causa de una caída porque supuestamente la niña se había tirado al piso porque su padre la había dejado.
Durante las dos semanas de prueba, un patólogo puso en duda esta afirmación, dando evidencia de que la niña había muerto momentos después del golpe en la cabeza.
Fiscales descubrieron que la niñera estaba molesta con el padre de la menor porque le debía pagos de sus salarios y desquitó su furia con la inocente.
Fuente: debate