
Santo Domingo.-Esta mansión de 118 habitaciones fue construida en 1923 por los arquitectos Joseph Urban y Marion Sims Wyeth, a solicitud de Marjorie Merriweather Post, quien en esa época era la mujer más rica de América
Su propietaria quería que a su muerte fuera residencia de vacaciones de los presidentes de Estados Unidos. Tras distintos avatares, ahora es propiedad de Donald Trump.
La norteamericana más rica de su tiempo no escatimó en gastos para hacer de Mar-a-Lago una de las mansiones más fabulosas del país. Tiene 8 hectáreas de terreno y está situada entre el océano Atlántico y el lago Worth, su nombre deriva de esta localización.
Todavía, casi 90 años después de su construcción, un pequeño retrato de la señora Post cuelga de una de las paredes de la que fuera su posesión más valiosa, pero no lejos de la imagen de su primera propietaria, figura la foto de su actual dueño, que no es otro que Donald Trump, artífice de la transformación de la mansión y que, de una forma un tanto curiosa, ha cumplido el deseo de Marjorie de convertir la que era su casa en refugio presidencial