
POR FELIZ VINICIO LORA
Me siento muy orgulloso de compartir la nacionalidad quisqueyana con don Juan de Dios Ventura Soriano, mundialmente conocido como Johnny Ventura que, hace algunos días celebró en el 60 años de carrera musical con gran concierto en el Coliseo José Miguel Agrelot en Puerto Rico.
La primera vez que tuve contacto con Johnny fue yo siendo un niño travieso, en la época de los 12 años de Balaguer en el tiempo que era un pecado cantar los merengues “Mamá Tingó” y “Los Indios”, y él realizó un concierto gratuito en la cancha deportiva del barrio.
Yo me colé entre la multitud que desbordaba la explanada y mas allá, subí a la tarima y me senté al pie de donde bailaba el “Caballo Mayor”.
Estaba ataviado de blanco con su pantalón campaña, viene “Caña brava” y cada vez que sonaba un merengue, yo le jalaba el ruedo del pantalón y él me dama un manotazo.
Cuando estaba interpretando el merengue social “Mamá Tingó”, en homenaje a la asesinada líder campesina Florinda Soriano Muñoz, vino la policía, la orquesta paro de tocar y apresaron a Johnny Ventura.
Johnny es, aparte de ser el merenguero más completo de todos los tiempos, el artista más comprometido socialmente siendo sensible a las mejores causas del pueblo.
A sus 79 años, sigue creando, haciendo música y bailando como el primer día, es un emprendedor nato, “la carrocería es antigua, pero la máquina está igualita”. Por eso celebro con gusto sus seis décadas de éxitos de la leyenda del merengue.