Conoce el futuro de las microfinanzas en la República Dominicana

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América Latina es una de las zonas con menor nivel de acceso a servicios financieros tradicionales en el mundo, situación que se hace más latente cuando se analizan los sectores más vulnerables de la sociedad, los de menor nivel de ingreso y los que habitan en zonas rurales.

República Dominicana como parte de América Latina responde de manera coherente a esta conclusión. En virtud de este hecho, los hogares “excluidos” del sistema financiero regulado se ven en la necesidad de recurrir a métodos “informales” de financiamiento, que tienden a tener elevados costos financieros y plazos muy reducidos para el otorgamiento de créditos.

La principal labor de la microfinanza es llevar los productos financieros más accesibles, más comunes, más formales como el crédito y el ahorro a los sectores donde no llega el Sistema financiero regulado.

Dada esta labor el futuro de este sector es sumamente importante para los actores económicos de cualquier economía.

República Dominicana no escapa a esta realidad; con una economía conformada por casi un 60% de Informalidad, un nivel de bancarización cercano al 35% de la población; el impacto del sector micro financiero es altamente importante en el motor económico de nuestra economía.

Es un hecho que las microfinanzas al igual que la humanidad han sufrido los cambios inherentes a la movilidad natural de los sectores, cambios que la han obligado constantemente a replantear metas y revisar planes.

Sin duda alguna, uno de los retos más importantes de las microfinanzas en República Dominicana es lograr que el soporte de la tecnología aplicada a las IMF, tenga el impacto esperado que es lograr acelerar el proceso de inclusión financiera al mismo ritmo que la economía lo demanda.

Todo esto sin perder de vista que la participación de los analistas y su olfato financiero son indispensables en el proceso.

Por otro lado el acceso a internet está permitiendo que una franja de la población que accede a los servicios de IMF puedan tener acceso a las FINTECH, sin el debido proceso de educación financiera para poder manejar estos productos.

Esto hace que se sume como prioridad a los retos de las microfinanzas no solo el acceso a tecnología sino la labor de educación financiera primaria en esta franja de la población para así poder evitar el deterioro innecesario de historiales crediticio de jóvenes emprendedores.

Este trabajo pudiera perfectamente bien cubrir los tiempos necesarios si se

Incluyera en la educación primaria una materia dedicada a la educación financiera de los jóvenes.

En el país existen personas e Instituciones que se dedican de manera muy profesional a la tarea de la educación financiera, están los casos de ARGENTARIUM al igual que ADOPEM y de la misma manera otros que han hecho un trabajo en ese sector que consideramos excepcional.

Pero entendemos que este debe ser un proyecto que sea abrazado de manera total por el Estado.

Con el aumento del presupuesto destinado al sector educativo es indudable que hay espacio para este tipo de iniciativas tan necesaria en un mundo que cambia al doble de la velocidad que respondemos a los cambios.