Cashman, el exitoso arquitecto de un trabuco

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Al momento de aquel canje en noviembre del 2015, el patrullero central Aaron Hicks tenía 26 años de edad y nunca había sido un jugador titular durante sus tres temporadas con los Mellizos. De por vida bateaba .225 y su porcentaje de embasarse era de .306.

A pesar de ello, el día en que el gerente general de los Yankees, Brian Cashman, adquirió a Hicks vía canje, el directivo lució genuinamente emocionado acerca de las posibilidades.

Cashman reconoció que Hicks traía algunas interrogantes, pero luego destacó algunas de sus cualidades tales como la velocidad de su bate y rapidez de pies, fortaleza, instintos, etc. El GG de los Bombarderos había visto suficiente como para enviar a Minnesota por él al entonces prometedor receptor, John Ryan Murphy.

Esta es la clase de cambios que la gente del béisbol aplaude. No se trata de un canje acerca del dinero, ni un contrato ni nada por el estilo. Tiene que ver con dos organizaciones atendiendo sus necesidades en base a las evaluaciones de dos jugadores.

Esta semana, cuando los Yankees anunciaron que Hicks había acordado una extensión de 10 años y US$70 millones, quedó bien claro que Cashman fue el ganador en esa transacción. El directivo ha completado varios movimientos acertados en temporadas recientes. Repasemos los más importantes:

• Hicks

• SS Didi Gregorius

• LD Chad Green

• 1B Luke Voit

(Voit solamente ha visto acción en 39 juegos de temporada regular por los Yankees y podría ser un poco prematuro darle a Cashman el triunfo en este pacto, pero estamos calificándolo por lo que hemos visto hasta ahora).

Todas estas transacciones son una mayor lección que demuestra en qué los Yankees se han convertido. Sí, tienen más dinero para gastar que cualquier otro equipo. El propietario del club, Hal Steinbrenner, no va a disculparse por ello debido a que desembolsar la chequera sin escatimar es parte del legado de su padre, el legendario George Steinbrenner.

Pero, bajo la tutela de Cashman, los Yankees pueden jactarse de haber hecho evaluaciones de jugadores bien acertadas y de haber utilizado cualquier camino para construir una organización ganadora. Los Yankees cuentan con el departamento de análisis estadístico más completo del béisbol, pero también cuentan con un cuerpo de escuchas – tanto a nivel internacional como nacional— que es de los mejores en este deporte.

Los Yankees del 2019 son un reflejo del gran trabajo que Cashman ha hecho. Apenas hace dos años y medio, con el equipo merodeando la marca de .500 y sumido en el cuarto lugar del Este de la Liga Americana, Cashman tomó la difícil decisión de reconstruir.

Bueno, no de reconstruir de la manera en la que nosotros normalmente pensamos sobre reconstruir. Cashman traspasó a dos de sus veteranos más prominentes en un intento por renovar su sistema de ligas menores.

Al enviar al cubano Aroldis Chapman a los Cachorros y al zurdo Andrew Miller a los Indios, los Yankees recibieron a tres prospectos altamente cotizados: el infielder venezolano Gleyber Torres, el jardinero Clint Frazier y el zurdo Justus Sheffield.

Un año después, los Yankees ya contaban con uno de los 10 mejores sistemas de liga menor y avanzaron a la postemporada de manera consecutiva entre el 2017 y el 2018. (FanGraphs pronostica que Nueva York ganará 95 juegos en el 2019, uno menos que los Medias Rojas y uno más que los Astros.)

Los Yankees del 2019 se componen de una mezcla de selecciones del Draft (Aaron Judge, Brett Gardner y Greg Bird), agentes libres internacionales (los dominicanos Gary Sánchez, Luis Severino y Miguel Andújar) y jugadores adquiridos vía canjes (Giancarlo Stanton, Torres, Voit, Hicks y Gregorius).

No podemos pasar por alto la que quizás sea la mayor apuesta de Cashman en años recientes: Troy Tulowitzki. El infielder veterano ha promediado 98 partidos por campaña desde el 2012, pero los Yankees lo firmaron mientras formaba parte de un campamento de prueba durante la temporada muerta, bajo la creencia de que aún podía contribuir a un alto nivel a sus 34 años de edad.

Además de adquirir a Tulowitzki durante el invierno, los Yankees volvieron a firmar a los zurdos J.A. Happ, CC Sabathia y Zack Britton y agregaron a Adam Ottavino al bullpen, a James Paxton a la rotación y a DJ LeMahieu al cuadro interior.

Pero los Bombarderos del Bronx dieron más de qué hablar durante el receso de temporada por lo que no hicieron: firmar a Bryce Harper ni a Manny Machado, los dos agentes libres de mayor cartel este invierno. El dinero podría haber sido factor en ambas decisiones, pero lo más probable es que Cashman se haya enfocado más en reforzar su cuerpo de pitcheo que en mejorar un orden al bate que impuso una marca en Grandes Ligas con 267 bambinazos en el 2018.

Aun con todo su poderío económico, los Yankees nos recuerdan que tratar de llegar a la postemporada vía la agencia libre se ha vuelto más difícil que nunca. En primer lugar, muchos jugadores de élite nunca llegan a esta instancia. A los aficionados de los Yankees se les recordó justo eso el martes cuando los Rockies amarraron a su estelar antesalista Nolan Arenado tras ofrecerle una extensión de ocho años.

Cuando los Yankees ganaron la Serie Mundial en cinco ocasiones entre 1996 y el 2009, estuvieron liderados por un núcleo de jugadores hechos en casa: Derek Jeter, los puertorriqueños Bernie Williams y Jorge Posada, el panameño Mariano Rivera y Andy Pettitte.

¿Será que algún día llegaremos a comparar a ese núcleo con el actual compuesto por Judge, Stanton, Torres, Andújar y Hicks? Los fanáticos de los Yankees así lo esperan

fuente: mlb